domingo, 4 de septiembre de 2011

La trayectoria artística de Abd Víctor Parte 2

Su familia se traslada a Aleppo, la bella ciudad costera, donde el joven Abd se relaciona estrechamente con los grupos artísticos universitarios y colabora en numerosas actividades culturales, teatrales y literarias, al mismo tiempo que trabaja como carpintero junto a su padre.

 De esta época, últimos años setenta, son sus carteles y escenografías teatrales (obras de Faisal al Rached y Muhamed al Magut), y una serie de exposiciones que van abriéndose un nombre entre las más destacadas promesas artísticas de su país. “Una exposición mía del año 74 o 75 parecía pertenecer a cuatro o cinco artistias distintos. Investigaba mucho, buscaba siempre. Hacía abstracción, realismo. Daba la impresión de que se trataba de una exposición colectiva”, afirma. (3).


 Expone en 1976 en e Museo Nacional de Aleppo y en los Centros Culturales de Raas Al Ain y de Kamichli; en 1977 en el Centro Cultural de Hassake, su población natal, y en 1978, en la sala Aljat Alhadid Alheyasi, de Damasco, y en el Centro de la Juventud y el Centro Cultural de Hassake. Es el año también en el que realiza una gran muestra monográfica de sus obras en la estación de ferrocarril de Hijaz, en los últimos días de junio, auspiciada de la Unión General de Trabajadores. Una nota del “Jordan Times (4), de Pat McDonnel, recoge esta exposición, en la que se mostraban treinta óleos y dibujos a tinta y a lápiz de “Abid Víctor of the carpenter’s syndicate”.

 El periódico jordano, en lengua inglesa, en una página enteramente dedicada a la actualidad cultural siria, reproducía dos cuadros de Abd (o ABid) Víctor, “The far away wáter” y “School Girls”, con esas composiciones en pirámide de rostros femeninos esquemáticos características de sus primeros cuadros. En uno de los pies de fotos se afirmaba que ésta  era la quinta exposición del pintor. Pero fue la exposición de Damasco del 78 la que, según su propio testimonio marcó su vida. “Tuve muchísimo éxito y me impulsó a salir de mi país”. (3).

En 1979 hace sus últimas exposiciones en Siria (nuevamente en Hassake y en Al Raka), y decide el salto a Europa a la busca de nuevas perspectivas y posibilidades para su carrera artística. Pasa una temporada en Checoslovaquia, pero su destino será España.

En 1980 llega circunstancialmente a Zaragoza, donde el interés de su pintura y su simpatía personal, la sencillez y cordialidad de su carácter le abren las puertas y le granjean numerosas amistades. Aquí se casará, tendrá un hijo, y residirá hasta su temprana muerte en septiembre de 1995.

Sus comienzos en Zaragoza son modestos  y difíciles. El mismo confesaba que paso hambre “y verdadera necesidad”, que desempeñó numerosos trabajos, que descargó camiones y que hubo de vivir en un sótano con sus cuadros. “Quería venir a España porque tiene mucho que ver con el arte, y quería Zaragoza porque es una ciudad en la que se puede vivir. Uno viene, no sé, sin dinero, sin muchas cosas y tiene que refugiarse en una ciudad como Zaragoza porque Madrid o París…. Aquí había muchos estudiantes de medicina (sirios). Uno de éstos me dijo que se podía hacer carrera a través de la Escuela de Arte. A mí lo de la carrera no era algo que me interesase especialmente, pero quería poder decir algo a mi familia y así poder salir de allí. Ellos no saben que tú tienes problemas políticos y sociales, no lo saben porque para qué se los vas a contar….

Notas:

3) Mariano García: "Víctor Abd". Quinta Galería. Semanal Heraldo de Aragón, nº 333, 3-II-1989

4) "Damas-Scene", Sunday, Monday, June, 25,26, 2978.

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