viernes, 12 de abril de 2013

Balance del reencuentro



Dieciséis años puede ser mucho tiempo. No para mí, pero la memoria de las personas puede tornarse frágil y caprichosa. Ha concluido la exposición que ha devuelto la obra de Abd Víctor al público y hemos de mostrarnos  satisfechos.



Satisfacción nuestra, de los que le quisimos, y de aquellos que no le conocían, privados por su ausencia en las salas de exposiciones, que han podido apreciar in situ la calidad y originalidad de sus obras.  











Los tiempos han cambiado, en todos los sentidos, y se nota. En estos dieciséis años transcurridos, desde la exposición antológica en La Lonja, el mundo, y Zaragoza con él, ha variado enormemente: crisis, guerras e incluso mundiales de fútbol (perdón por la referencia). Sin embargo, sus cuadros no han perdido un ápice de realidad, continúan teniendo vigencia en la existencia que nos atosiga constantemente.




Hablan de tormento, de introspección, de un futuro mejor y, sobretodo, de amor. Sus colores brillan más que nunca en un mundo que él no vio pero, quizá, concibió en su brillante e insondable imaginación.









 No menos fascinante ha sido observar a niños de corta edad frente a los cuadros hablando de dragones, gusanos y castillos conociendo y comprendiendo la obra de Abd Víctor mucho mejor o en un sentido que al resto se nos escapa.
   
Durante éste mes he tenido el privilegio (porque ha sido un privilegio para mí) de poder explicar al público la vida y obra de mi padre, permitiéndoles así comprender unas pinturas profundamente personales.

El agradecimiento de estas personas se ha convertido en la mejor moneda con la que me podían pagar. Ahora es el momento de manifestar nuestro agradecimiento. A todos aquellos que nos habéis apoyado (no importa la manera en que fuera), a todos los que habéis permitido que la obra de Abd Víctor vuelva del mundo de los sueños para ayudarnos a soñar una vez más y a todos los que nos habéis honrado con vuestra presencia, no puedo sino daros nuestro más sincero y afectuoso agradecimiento.

Habéis hecho feliz a un niño y orgulloso a un hombre.

Fotografías: eugeniomateo.blogspot.com

1 comentario:

  1. Si la estética es la sabiduría de la apariencia de las cosas , victor nos muestra el aparente ser del hombre , en escenarios que dilatan la razón y la libertad , regicijandonos en nuestras vidas , el sentido de ella , en cantidad de escenarios que resuelven nuevos y antiguos problemas de la vida , tan aparentemente vanales como la litrona y tan cruciales como la capacidad creadora de novedosos ámbitos de vida .

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